Los denominados hogares inteligentes integran la tecnología domótica y la automatización no solamente en materias de seguridad y acceso a la vivienda, sino también en otros campos como el entretenimiento, la iluminación o la temperatura. Controlar remotamente o mediante voz la luz, la ventilación, el sonido o el refrigerador son ventajas que cada día disfrutan más usuarios .
Los equipos utilizados en hogares conectados permiten a los usuarios programar tareas y modificar el entorno mediante el uso de aplicaciones, convirtiéndoles en una especie de interiorista y dándoles la capacidad de adaptar el diseño de cada estancia a su gusto.
El crecimiento de la automatización
A la vez que la automatización aumenta en los hogares, también lo hace en espacios públicos y comerciales. Cada día más personas de todas las edades están en contacto con las nuevas tecnologías, lo que hace que su implementación sea mas fácil y la adaptación de los usuarios se consiga de forma natural.
La nueva normalidad también ha influido en la incorporación de sistemas automatizados, ayudando a mantener el distanciamiento social y disminuyendo los contactos directos entre las personas. Se espera que esta tendencia vaya en aumento y que el crecimiento de las instalaciones de domótica continúe imparable durante muchos años.
Los sensores juegan un papel fundamental en la integración de los dispositivos en el hogar. Sensores que detectan la temperatura, la luz o el sonido pueden complementar nuestras ordenes y darnos sugerencias para mejorar factores como el consumo o la eficiencia energética.
El futuro del IoT ¿cuidar de sus inventores?
Además de la evidente mejora en ocio y comodidad, se confía también en el Internet de las Cosas el cuidado de las futuras generaciones de personas mayores. Muchas generaciones de personas de mediana edad que ahora no tienen hijos se apoyarán en la tecnología para mantenerse saludables, independientes y seguras.
Un hogar inteligente puede ayudar mucho en la gestión de tareas de cuidado personal, recordando a los mayores que deben tomar medicamentos, comer, beber o realizar cualquier otro tipo de tarea rutinaria. Estas alertas pueden ser retransmitidas en audífonos inteligentes para mayor facilidad de uso, lo que hace a un hogar conectado la herramienta ideal para luchar contra la demencia, pudiendo incluso avisarnos cuando determinadas personas abandonan un perímetro que se sale de su rutina habitual.
Los dispositivos wearables como colgantes, pulseras o relojes, conectados a otros dispositivos inteligentes del hogar, permiten ir más allá y detectar posibles caídas o problemas de salud, emitiendo las alarmas correspondientes a tutores o servicios de emergencia. La mayoría de dispositivos wearables están además equipados con sensores médicos de pulso y respiración.
El control por voz es una de las partes más destacadas del hogar conectado, simplificando mucho las tareas de gestión y el mantenimiento de todos los electrodomésticos y dispositivos electrónicos. El control del ambiente de la estancia es una de las opciones que más se suelen integrar con comandos de voz.
Se espera que durante los próximos años la atención médica también se haga inteligente. Los datos obtenidos de los dispositivos y sensores se unirán a consultas y revisiones médicas a distancia, reduciendo así los plazos y costes de los tratamientos sanitarios.