Samsung e iPhone no solamente son los reyes de las ventas convencionales de teléfonos a nivel mundial. Además, se disputan el liderazgo de la compra y venta de móviles de segunda mano, también conocidos como móviles reacondicionados (o en inglés, refurbished).
Los modelos antiguos de ambas marcas suelen tener mucho éxito entre los usuarios, sobre todo por su fiabilidad y la calidad de los componentes de este tipo de teléfonos (duración de la batería, calidad de la cámara, etc).
A continuación, analizamos las principales características en las que deberías fijarte a la hora de elegir el próximo modelo entre todos los moviles reacondicionados disponibles.
Diseño del terminal
En la historia de iPhones, los diseños de sus sucesivos modelos han sufrido importantes cambios, pero siempre manteniendo la línea de elegancia distintiva de Apple. El primer modelo de iPhone salió al mercado por primera vez en el año 2007.
Los diseños actuales de iPhone tienen un diseño más elegante con una banda de acero que conecta parte delantera y trasera, eliminando también el famoso botón de “inicio” tan característico en terminales antiguos. Las pantallas en los terminales más recientes ocupan mucho más que antes y este es un importante factor a tener en cuenta a la hora de adquirir un iPhone reacondicionado.
A su vez, Samsung tiene una larga trayectoria con sus terminales Galaxy, incorporando a partir del modelo S6 Edge (en 2015) su famosa pantalla de doble borde. Los modelos más recientes de Samsung ofrecen una mayor pantalla sin bisel y una visualización más fluida con el nuevo diseño de la cámara.
Sistema operativo
Una de las principales diferencia a la hora de elegir qué móvil de segunda mano queremos comprar es el sistema operativo. Normalmente, los usuarios son fieles a su sistema operativo favorito (iOS o Android) y este motivo tiene mucho peso.
Android presenta ciertas ventajas sobre iOS cuando estamos utilizando un terminal antiguo. Al ser un sistema abierto, podemos rootear nuestro móvil más fácilmente, instalar sistemas operativos ligeros que corran mejor o incluso aplicar parches y actualizaciones de forma manual. Esto puede ser una limitación en iOS, ya que normalmente sus actualizaciones son las oficiales y se hace más complicado resolver un problema de software.
Facilidad de reparación
Las reparaciones suelen ser algo más habituales cuando nuestro móvil no es nuevo, ya que la vida de la batería o de otros componentes puede estar un poco más cerca de llegar a su fin. La facilidad y el coste de una reparación es otro punto a favor de los terminales antiguos de Samsung, ya que Apple es conocida por las altas tarifas de su servicio técnico y el elevado coste de sus piezas de recambio.
Si nos fijamos, por ejemplo, en un cambio de pantalla, que suele ser el tipo de reparación más costoso, para los modelos Galasy S10+ e iPhone 11 la diferencia es de unos 100€ menos a favor de Samsung (teniendo en cuenta las tarifas de reparación del fabricante).
Almacenamiento
El almacenamiento también es crucial en un reacondicionado. Cada año, los sistemas operativos, actualizaciones, aplicaciones y demás servicios básicos ocupan un poco más en nuestro terminal, por lo que irse a un terminal demasiado antiguo con un espacio limitado nos puede presentar problemas en cuanto las apps de nuestro móvil comienzan a ocupar recursos.
En los terminales más modernos de iPhone y Samsung, con almacenamiento de 512 GB, esto ya no es un problema, pero en modelos anteriores, es posible que queramos quedarnos con el que más memoria nos ofrezca. Asimismo, Samsung suele ofrecer más facilidades para ampliar la memoria que Apple.