A la hora de adquirir un nuevo dominio para publicar nuestro sitio web, necesitaremos también un servidor online que aloje nuestros archivos y que se los muestre a los usuarios que nos están visitando. Normalmente, existen dos tipos de alojamiento web que podemos elegir: servidores compartidos o servidores dedicados. Los compartidos son servidores usados por múltiples usuarios a la vez, mientras que los dedicados nos dan más exclusividad. Puedes ver más información sobre un servidor dedicado en la página de Kimsufi.
A la hora de elegir un buen hosting necesitamos tener en cuenta diferentes características que conformarán la calidad del servicio.
Principales características de un alojamiento web
Estos son algunos de los factores más importantes a tener en cuenta en nuestro proveedor de alojamiento.
- Espacio de almacenamiento: es la cantidad de espacio disponible en el servidor para alojar los archivos del sitio web, como imágenes, vídeos, archivos de texto y código fuente.
- Ancho de banda: es la cantidad de tráfico que puede manejar el servidor. Es importante que el ancho de banda sea suficiente para soportar el tráfico que recibe el sitio web.
- Soporte técnico: es importante que el hosting ofrezca soporte técnico para resolver problemas o realizar cambios en el sitio web.
- Facilidad de uso: el panel de control del hosting debe ser fácil de usar para que sea sencillo gestionar el sitio web.
- Escalabilidad: es importante que el hosting permita escalar el sitio web de acuerdo a las necesidades de tráfico y espacio de almacenamiento.
- Uptime: es importante que el hosting ofrezca una alta disponibilidad del sitio web, es decir, que el sitio esté siempre en línea y accesible a los visitantes.
- Tarifas: es importante comparar los precios de distintos hostings para elegir el que mejor se ajuste a las necesidades y al presupuesto disponible.
- Seguridad: el hosting debe ofrecer medidas de seguridad para proteger el sitio web de ataques, virus y malware, además de garantizar la privacidad de la información del usuario.
Diferencias entre servidores dedicados y compartidos
Un servidor compartido es un servidor que aloja varios sitios web de diferentes clientes en el mismo servidor físico. Cada cliente tiene un espacio de almacenamiento y ancho de banda limitado y comparte los recursos del servidor con los demás clientes. Un servidor dedicado, por otro lado, es un servidor que se alquila completamente a un solo cliente y no se comparte con ningún otro. El cliente tiene acceso total a todos los recursos del servidor y puede configurarlo de acuerdo a sus necesidades.
Algunas de las principales diferencias entre un servidor compartido y uno dedicado son:
- Recursos: un servidor dedicado ofrece más recursos que un servidor compartido, ya que todos los recursos están disponibles para el cliente y no se comparten con otros. La gestión de recursos es una de las partes más importantes de la hora de administrar este tipo de servidores.
- Seguridad: un servidor dedicado ofrece un mayor nivel de seguridad que un servidor compartido, ya que el cliente tiene control total sobre el servidor y puede configurar las medidas de seguridad a su gusto. De todas formas, es importante que la persona que administra el servidor tenga los conocimientos suficientes. De otro modo, al tener un control total, la seguridad se podría ver afectada por una mala administración.
- Rendimiento: el rendimiento de un servidor dedicado suele ser mejor que el de un servidor compartido debido a que no se comparten los recursos con otros sitios web.
- Coste: el coste de un servidor dedicado suele ser más alto que el de un servidor compartido debido a que se ofrecen más recursos de forma exclusiva.