Cómo recuperar un disco duro dañado

Una de las peores averías que puede tener nuestro ordenador es el fallo del disco duro. Cualquier otra avería suele tener una fácil solución reemplazando la pieza dañada por un recambio, pero, el disco duro, contiene todos los datos sensibles del ordenador, tanto el sistema operativo y las configuraciones del mismo, hasta las fotos, documentos de trabajo, vídeos, o cualquier otro tipo de archivo que utilicemos habitualmente.

Por eso, la recuperación de datos en un disco dañado es algo delicado, ya que incluso el mejor disco duro externo puede sufrir fallos. Si tus datos son muy valiosos, lo mejor es que recurras a un profesional.

No obstante, a continuación te damos algunos tips para poder diagnosticar y, con suerte, reparar, tu disco dañado.

Confirmar el estado del disco

Comprueba el ruido de tu disco cuando todavía está enchufado al equipo. Si el disco hace ruidos metálicos, como de piezas mecánicas moviéndose, este suele ser un indicio de un posible daño físico. Si el disco no hace ningún ruido en absoluto, también deberías sospechar, ya que muchas unidades pueden generar un zumbido muy bajo a la hora de recibir energía eléctrica. Si por el contrario, el disco no hace ningún ruido raro (solo el habitual) es posible que la avería tenga una solución más sencilla.

Que la alimentación llegue a tu disco y el disco reciba energía, es otro de los puntos que debes comprobar. Los discos duros suelen estar alimentados por un cable directo desde la fuente de alimentación del PC (o USB en el caso de ser un disco externo). Los discos duros internos también tienen una conexión a la placa base que sirve para enviar y recibir datos. Deberías revisar las conexiones de todos los cables para confirmar que estén bien ajustadas.

Haz una revisión visual de todos los puertos de conexión. A veces, se pueden observar zonas quemadas, pines rotos o doblados, o incluso piezas sueltas, que se han dañado con el paso del tiempo.

Comprueba si tu ordenador detecta el disco. Si no lo hace, puede ser una buena opción probar con otro ordenador, así descartarías por completo que tu equipo pueda ser el culpable. Si en dos equipos diferentes el disco no se detecta en la BIOS (consola de arranque del PC), deberías empezar a preocuparte por tus datos.

Distintas opciones de reparación

Dependiendo de los diagnósticos anteriores, puede ser que tu disco ya esté recuperado o que tengas que reemplazar alguna pieza o realizar una reparación electrónica más avanzada.

La marca y modelo de tu disco suelen ser factores determinantes a la hora de encontrar recambios, soluciones a problemas y soporte del fabricante.

Si eres una persona con experiencia en circuitos electrónicos, posiblemente podrás reemplazar por ti mismo cualquier pieza de un disco. Si no tienes experiencia, sin embargo, las opciones para reparar el disco por ti mismo son más limitadas.

Repararlo por ti mismo

En el caso de los discos externos, suele ser sencillo extraerlos de su carcasa y conectarlos directamente con otro cable USB diferente si disponemos del adaptador adecuado. Esto solucionaría cualquier posible fallo de cables o conectores.

Reparación profesional

En el caso de los discos duros internos, reemplazar piezas es más complicado. Si observas conectores quemados, ruidos raros o averías que se puedan escapar de tu conocimiento técnico, es mejor recurrir a una reparación profesional.