Hoy en día millones
de personas utilizan las apps para realizar sus movimientos bancarios, por lo
que las medidas de seguridad son cada vez mayores
Los bancos encriptan la información que
se envía y se recibe desde sus aplicaciones
La digitalización y los servicios a distancia son una tendencia imparable que
se ha acelerado todavía más con la llegada de la pandemia y el confinamiento
que la siguió. Las visitas al supermercado, el trabajo y hasta comer de
restaurante puede hacerse ahora a través de Internet. Por supuesto, los bancos
no son una excepción. En los últimos
años se han multiplicado los servicios bancarios que pueden hacerse a
distancia, y ya son prácticamente todos. La comodidad de realizar
transferencias, traspasos o consultar la cuenta desde el teléfono móvil con un
solo click ha hecho que millones de personas en todo el mundo tengan en su menú
una app bancaria, sobre todo entre las personas más jóvenes. Pero tantas
facilidades arrojan una duda: ¿Es seguro tener una app bancaria en el móvil?
¿Podría ser hackeada? ¿Es igual o menos seguro que acceder a través de la web?
Como decíamos, los bancos se adaptan cada vez más a las nuevas tecnologías y
tendencias, lo que supone también que se dirijan a un público joven y ofrezcan rebajas cuentas sin comisiones como las que se pueden encontrar en
el portal comparador Financer España. Y el éxito de los bancos y
en concreto de sus aplicaciones es precisamente la que garantiza su seguridad,
pues los bancos no quieren arriesgarse a fallar en este aspecto, ya que
generaría mucha desconfianza. Es por eso que las han blindado para evitar
ataques. La información que se recibe y
se envía va encriptada con protocolos TLS, siglas de “transport layer
security”.
Otro mecanismo utilizado por los bancos, y que no solo realizan en lo relativo
a las apps, es notificar cualquier movimiento extraño en la cuenta. En lo que refiere al teléfono móvil o la
banca online, el banco puede avisar si alguien se conecta desde una red WiFi,
un navegador o una ubicación nuevos. En este sentido, algunos bancos solo
permiten conectarse a una cuenta desde un dispositivo. Si estamos en el móvil y
abrimos desde el ordenador, la del móvil se cerrará y nos llegará un aviso.
También, para evitar sustos, también hay quien tiene tarjetas online con una
determinada cantidad de dinero, para no utilizar la cuenta directamente al
realizar compras por Internet.
Además de los protocolos y técnicas de encriptado que realizan los bancos, las
personas usuarias de las apps también pueden llevar a cabo medidas y
precauciones para aumentar la seguridad. Por ejemplo, es posible activar un sistema de doble autentificación, conectarnos a
través de una VPN, cerrar sesión siempre que se salga de la app o evitar usar
redes de WiFi que no conozcamos, entre otras cosas. Con todo ello se estará
reforzando la seguridad e impidiendo a extraños o cibercrimnales acceder a los
datos bancarios, algo que, por otra parte, no es simple.