Nadie puede poner en duda que el teléfono móvil llegó para revolucionar nuestras comunicaciones, desbancando al teléfono fijo. En todos estos años, ha evolucionado notablemente. Desde aquel primer terminal con el que hacíamos llamadas y SMS que apareció en el mercado como una revolución, hasta el tiempo actual, que casi nos permite hacer cualquier labor personal o laboral. Se ha convertido en el elemento imprescindible que nos acompaña a todas partes.
Ya no somos capaces de dar un paso si no sentimos que tenemos nuestro móvil a mano. En sus inicios, las tarjetas prepago fueron la opción principal para pasar en algunos años después, a una gran variedad de contratos. Estamos asistiendo a una vuelta de la tarifa prepago con grandes ofertas por parte de las compañías de comunicación. Iremos viendo, en qué ocasiones puede ser más ventajoso decidirnos por una u otra. Ahora, es buen momento para plantearnos una opción de tarifa prepago.
Lo mejor de una tarifa prepago
Regresa con fuerza la posibilidad de las tarjetas prepago que fueron desbancadas en su momento por la modalidad de contrato. Vivimos una situación inestable en la que los trabajos fijos y seguros es un bien escaso. Los ciudadanos nos vemos obligados a optimizar cada euro. La necesidad de tener un control exhaustivo de nuestros gastos ha pasado a primer plano. Con la pandemia también se han visto mermados nuestros recursos. La tarifa de prepago te da una gran libertad en este sentido. Te permite controlar la cantidad que destinas al gasto en teléfono y hacer una previsión para que encaje en tu presupuesto. Puedes consumir totalmente tu saldo y pagar, solamente, por lo que necesitas sin dejar servicios por los que pagas pero que con el vencimiento del mes, se ven renovados y no consumidos.
El prepago debemos considerarlo, igualmente, cuando tenemos niños o jóvenes en casa, aunque nuestro presupuesto sea mucho más generoso, a veces, no son conscientes del gasto y podemos encontrarnos con sorpresas muy desagradables, por esta razón, es mucho más positivo destinar para ellos una tarjeta por una determinada cantidad de dinero y hacerles ver, que se tienen que administrar dentro de lo que tienen asignado.
Observamos dos ventajas: una que es buena para su educación y control y, la otra, la que ya hemos indicado, no correr el riesgo de que nos llegue una factura que trastoque nuestros planes. En tarifas prepago, hay disponibles bonos de datos, llamadas internacionales y todo lo que nuestro modo de comunicarnos nos exija con total libertad. No se necesita hacer un contrato con la compañía, se puede recargar desde el mismo ordenador, puedes cambiar de tarifa en cualquier momento, sin permanencia, etc.
Desventajas del sistema prepago
Como podemos pensar por lógica, la desventaja es que nos quedemos sin saldo en el momento más inoportuno. Si nuestra economía nos permite recargar, sin problemas, podemos preverlo y aumentar el saldo sin esperar a última hora. Así que, podemos deducir que este sistema nos obliga a hacer un seguimiento de nuestro saldo y controlar el gasto si no queremos pasarnos de la cantidad que tengamos destinada o que nos podemos permitir.
Ventajas de tener una tarifa de contrato
El contrato que durante tantos años ha sido la opción principal, nos ofrece la ventaja de acogernos a un plan mensual de acuerdo con nuestro modo de comunicación o necesidad. Como la oferta de planes mensuales son muchos, es lógico pensar que alguno se adaptará, perfectamente, a nuestro sistema de vida. Con el contrato nos olvidamos de controlar las recargas y tenemos la seguridad de que nunca nos veremos con el problema de echar mano del móvil y no tener saldo para llamar o enviar un mensaje. Los pagos son los mismos cada mes e incluso, aunque se te acabe lo contratado, podrás seguir utilizando los servicios, eso sí, a un precio superior o navegar con más lentitud.
Lo peor de tener móvil con contrato
Lo apuntábamos en nuestro desarrollo de las ventajas. Algunos de los principales contras son el sobrecoste si nos pasamos en el consumo del plan que tengamos contratado, el pago de la mensualidad, igualmente, aunque dejemos parte del servicio sin gastar, el no cumplir con la cancelación a tiempo o presentarlo en los términos que nos obliga la operadora y genere, además de una incidencia, el que nos podamos quedar algunos días sin conexión, etc., todos hemos vivido este tipo de situaciones desagradables.
Por otro lado, las compañías te aseguran que no te vas a quedar sin conexión y que todo se hará de madrugada cuando cambias de contrato, pero no son pocas las veces que la compañía que dejas te corta la conexión pero la que te tiene que dar el servicio no te ha mandado la SIM a tiempo o, simplemente, vas a la tienda que te indican y no tienen disponibilidad de tarjetas o no te lo pueden gestionar porque su sistema les da un error y no se lo permite. En fin, lo peor es que en ocasiones un contrato te hace perder más tiempo de lo que podemos imaginar.
Conclusión
Nuestro consejo para niños, jóvenes y adultos que utilizan poco el móvil sería una tarifa prepago, sin duda. Si lo utilizas poco, terminarás pagando por servicios de datos, llamadas o mensajes que no llegarás a consumir. También, una buena opción para un segundo teléfono por la libertad que nos aporta y si queremos tener alguna parcela personal o de trabajo al margen del principal. En caso de personas que lo utilizan para trabajar con gran uso o importante agenda social, lo mejor es la opción de una tarifa móvil de contrato para poder tenerlo siempre operativo.